La noche del viernes 1 de julio estuve tocando en la sala Slow (c./ París, 186). El local programa música en directo varios días a la semana. Tiene un punto elegante y a la vez algo decadente; las luces de colores led, el papel de leopardo arrancado de algunos trozos de pared. Pero, oye, se puede tocar con banda y eso es poco frecuente en la ciudad condal.
Isaac Y Los Sacrificados (https://isaacsacrificados.bandcamp.com/) me invitaron a abrir la noche. Conozco a Isaac (cantante y guitarrista) de los micros abiertos que organiza la Tintorería La Viuda. El estilo de la banda es deudor del rock urbanita de los setenta (me viene a la mente Coz) y también tiene una fuerte influencia pop sixties. Hicieron un largo y buen concierto. "Gasolina", "Reverendo", "Todo a cien" o "Miky" sonaron geniales y demostraron un sonido más crudo y contundente que en sus grabaciones de estudio.
Me supo fatal mi nulo poder de convocatoria. Todo el público reunido vino por ellos.
Hice un concierto breve. Supuse que la gente llegaría un poco tarde y en la sala son bastante estrictos con los horarios y tampoco quería que el otro grupo tuviera que cambiar su número a causa del tiempo.
Los temas que interpreté fueron: 01-El más grande hijo de puta 02-Millonario 03-Todo está fatal 04-otra dimensión 05-Elvis ha dejado el edificio 06-Esta vida va a acabar conmigo 07-Hay que matar a un cantautor 08-Mi novia era nazi.
Aprovecho para dar las gracias a Isaac Y Los Sacrificados por invitarme a tocar.
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